Gran Fiesta de los Reyes Magos
Por César Romero Vargas
El pueblo de Tetela del Monte al
norponiente de la ciudad de Cuernavaca prepara todos los años, una gran fiesta
el día seis de enero, en esta fecha se realiza la celebración de la tradicional
fiesta anual de los Reyes Magos en la parroquia consagrada a estos personajes y que fue construida en el siglo XVI, por
orden de los monjes Franciscanos y es uno de los muchos edificados por los
seguidores del santo de Asís, que era una orden noble que protegía a los
nativos y trataba de preservar su cultura.
En esta fiesta la comunidad se viste
de gala y tratan a los visitantes como reyes ya que los mayordomos
seleccionados han esperado varios años para ser los anfitriones de esta
celebración y se esmeran en atender a los invitados, la fiesta, empieza el día seis
y se prolonga hasta el ocho, este festejo se viene efectuando desde el siglo
XVI, así que es una de las fiestas más tradicionales de Cuernavaca
En esta celebración los lugareños le
invitarán tamales y atole, para comenzar bien el día, se realiza una santa misa y se organiza una gran
comida en donde los lugareños prepararan una comida típica tan rica que lo
mejor es disfrutarla sin remordimientos de ninguna especie y ni se le ocurra en
pagar la entrada, ya que los montetelanos ofrecen todo de manera gratuita y de
todo corazón. En la tardecita, si le quedan fuerzas, disfrutará de un jaripeo
en el corral de toros y podrá acompañar a los chinelos que bailan durante todo
el festejo.
Hay que mencionar que esta fiesta está
dedicada a los Reyes Magos que eran unos sabios o astrónomos que vieron la
estrella de Belén y la siguieron hacia el lugar en donde nacería el rey, según
información del finado cronista de Cuernavaca, Miguel Palma, que nos comenta
que el apóstol San Mateo escribió en su evangelio que estos hombres, venían de
oriente trayendo regalos para ofrecer al recién nacido, pero el religioso no
dijo cuántos eran ni describió sus rastros físicos, así que fue la tradición y
no es el evangelio quien nos dicen que eran tres. También fue la traición quien
nos comenta como eran físicamente estos reyes: Melchor era un señor anciano, de
piel aria y con barbas blancas, y su regalo para Jesús fue oro, metal que hasta
la fecha sigue representando poder y realeza, Gaspar era un muchacho de piel
morena, que traía como regalo incienso, que representaba la naturaleza divina
de Jesús, al final, el rey negro, Baltasar y su regalo para Jesús era mirra,
que representaba el sufrimiento y muerte futura de Jesús, predicción que desafortunadamente,
se cumplió 33 años después.
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