martes, 23 de febrero de 2016

Estructura de una clásica hacienda azucarera en Morelos






El proceso productivo conocido como fuego directo que se utilizó durante más de trescientos años  para la elaboración de azúcar en nuestro estado, nos ha permitido identificar una serie de elementos que identifican a este tipo de unidades productivas, iniciado con el  Trapiche que era el lugar donde se extraía el jugo de la caña llamado guarapo mediante el paso del producto por un mecanismo generalmente de tres rodillos, que era movido inicialmente por fuerza animal y posteriormente por una rueda de canjilones accionada por una caída de agua que aunque requería mayor inversión, su costo era rápidamente recuperable, por el incremento de la producción que ofrecía.
Según datos de Alfonso Toussaint otro elemento importante en una hacienda era el Acueducto que era una de las secciones más visibles en una hacienda, era requerido en casi todos los ingenios, que adoptaron la fuerza hidráulica para hacer funcionar el trapiche, se construyeron verdaderas obras de arte que en la mayoría de los casos, se extienden un gran trecho, aún fuera de los muros del casco, para tomar el agua de su fuente, y llevarlas sobre su arquerías a su destino como fuerza motriz del molino para regar los campos no sin antes haber dado servicio de las diversas dependencias del casco de la hacienda.
También tenemos la Casa de Calderas, que era el lugar donde se aplicaba el fuego directo a los grandes peroles para mediante la defecación con cal, la evaporación y el filtrado, separar las impurezas del producto para convertirlo en un liquido para cristalizar el azúcar, también encontramos la Hornalla, que era un local adyacente al cuarto de calderas generalmente cubierto con bóveda de cañón corrido y cuyo piso era usualmente inferior al de las calderas donde se almacenaba el producto que había sido previamente asoleado, para quemarlo, el humo generado por esta combustión, salía por una o varias chimeneas colocadas directamente arriba de cada quemador y eran conocidos como chacuacos.
Los Asoleaderos eran el lugar para secar el producto, utilizando el sol, generalmente su utilizan para este fin grandes patios, también existían un lugar sin ventilación utilizado para purgar el producto, que consistía en dejar las formas en tanques hundidos que recogían las mieles incristalizables las cuales se vertían e iban almacenando en los tanques. Para realizar esto y el blanqueo de la azúcar se utilizaba arcilla, también había un lugar conocido como el  Batey que era  patio en donde se recibía la caña y se almacenaba antes de empezar la molienda.

Por otro lado tenemos la Casa Grande, ya que en todos los cascos nos encontramos con esta construcción, que era la casa del hacendado, que por lo regular era de grandes proporciones para poder albergar a varias familias al mismo tiempo, generalmente la encontramos en el piso superior, ya que el primer piso era utilizada como almacén en donde se concluía el proceso como envolver, despachar la azúcar y empacarla la azúcar.
Una característica de este tipo de construcción es que tenían un gran número de habitaciones, patios interiores con exquisita decoración, entre muchos otros detalles, dentro del casco encontramos la capilla generalmente como una construcción independiente a la hacienda como Chiconcuac y San Carlos, esta construcción servía tanto a los trabajadores como a los patrones, aunque en algunos casos tenían un acceso privado como en Temixco.


Además tenía otras espacio como la calpaneria que era el espacio destinado para ser el dormitorio de los trabajadores internos de la factoría, la tienda de raya, generalmente a un lado de la puerta principal, como en el San Antonio el Puente, o a veces incorporada a las bodegas, estas tiendas llegaron a ser grandes emporios comerciales que llegaron a atender a una gran porcentaje de la población.   

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