Recientemente se desarrollará en
la Plaza de Armas de Cuernavaca, la partida de la Monumental Rosca de Reyes, actividad que se vuelto una costumbre en la
ciudad capital del estado de Morelos. La gigantesca rosca que se sirvió en cuadrado de 150 metros cada lado, logrando este año un total de 600 metros, se
repartió aproximadamente en 3,000
porciones para festejar el día de Reyes, por lo que el Sistema Integral de la
Familia que es presidido por Elena Cepeda también regaló una gran cantidad de
regalos.
Para satisfacer a más personas
este año, se le añadieron 100 metros más de rosca este año alcanzando así los
600 metros, esta mega rosca fue
elaborado por ocho panaderías que fueron convocadas por el Sistema DIF Morelos
y encabezadas por la Cámara Nacional de la Industria Panificadora, Delegación
Morelos, (Canainpa), que año tras año han participado con el objetivo de
preservar una de las festividades más emblemáticas de las familias en nuestro
país. Las panaderías participantes fueron El Sol de Cuernavaca, Amatitlán, El
Oasis, La Concha, Lecaroz, La Estrella, La Molinera y La Panera de Temixco.
De acuerdo con información
disponible, la rosca de Reyes simboliza
el pasaje bíblico entre el encuentro de los Reyes Magos con el niño Dios y se
le conoce como la Epifanía. Su forma ovalada o circular, relatan, tiene que ver
con el círculo infinito del amor a Dios, ya que no tiene principio o fin. La
Rosca de Reyes tiene tras sí una bella historia de fe y sacrificio de tres
hombres que siguieron una estrella luminosa hasta Belén para adorar al Niño
Dios, tradición que tiene sus comienzos en la Edad Media y llegó a México
durante el Virreinato.
La historia cuenta que de Persia
salieron los tres Reyes Magos que respondían a los nombres de Melchor, Gaspar y
Baltazar, para ir a adorar al Niño Jesús y según la tradición en México, son
ellos quienes traen los regalos a los menores, como alguna vez lo hicieron con
el niño Jesús al llevarle tres dones que incluían oro, incienso y mirra. Es así
que hoy en día en la madrugada del día 6 de enero, los niños reciben regalos,
que los reyes les dejan en sus casas, en representación de los obsequios que
los Reyes Magos le llevaron al Niño Jesús.
Marco Polo en su libro “Los
viajes de Marco Polo” o detalla que los tres reyes de la comarca emprendieron
su viaje para adorar a un profeta recién nacido y llevarle tres ofrendas: oro,
incienso y mirra, “si el profeta tomaba el oro, era rey terreno; si tomaba el
incienso era un Dios y si tomaba la mirra, era un médico. Actualmente los
restos de los tres reyes magos descansan eternamente en la iglesia de la ciudad
de Colonia en Alemania.
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