El
Chapitel del Calvario es una bella construcción que se encuentra ubicada en la
avenida Morelos, justo enfrente del templo de San José y fue construida en 1538,
según explica una inscripción esculpida en la fachada de la ermita y que fue
consagrada a la Virgen de Guadalupe en mayo de 1772, por el presbítero Lorenzo
Messia y Lovo, cura de Cuernavaca. Este sitio ocupa un área rectangular que
está limitada por esbeltos arcos y cubierta con una cúpula. Sobre esta se
levanta un pedestal que sostiene una esfera rematada con una cruz.
En
el códice Municipal de Cuernavaca que se encuentra en la biblioteca nacional de
Paris, Francia, se menciona que a mediados del siglo XVI, ya existía en el
mismo punto en donde hoy se encuentra el chapitel, un humilladero en donde hacían
posada los peregrinos que iban al Santuario de Chalma, en ese entonces había
una cruz y es por eso que se le conocía con el nombre del calvario. Hay que mencionar
que esta peculiar construcción corresponde a un tipo de capillas abiertas que
se edificaron usualmente en los siglos XVI y XVII para cubrir imágenes, pero
especialmente cruces y que se les denominaba como "chapiteles", por
sus cubiertas piramidales.
La
altura desde el piso hasta la cruz es de catorce metros y su anchura es de
aproximadamente siete metros, los arcos tienen seis metros de alto por tres de
ancho, en el lado oriental y occidental del monumento. Según información de
Valentín López González hubo antes unos escudos españoles labrados en piedra
que fueron borrados para cumplir la ley que se promulgo a raíz de la independencia
y que dictaba que se quitara de los edificios y monumentos todo signo o blasón
que recordaran el dominio español, sin embargo se puede observar en el ángulo
noroeste del chapitel un escudo español idéntico al de las monedas antiguas con
su contorno bien delineado y sus cuatro cuarteles, dos que tienen un león y dos
un castillo
En
el interior hay un pedestal que sostiene una estatua de la Virgen de Guadalupe
que se encuentra sobre una base octagonal que se encuentra limitada por cuatro
caras, esta bella imagen cincelada con finura por un artista desconocido, fue
derribada de su pedestal la madrugada del 19 de diciembre de 1934 por el
ejercito de camisas rojas que eran dirigidos por el entonces gobernador de
Tabasco, Tomas Garrido Canabal.
La
imagen desapareció y no fue hasta el 22 de octubre de 1948 cuando el presbítero
zacatecano Moisés Ugalde, la encontró en los subterráneos de la Catedral
Metropolitana y a instancia de Chucha Ocampo regresó a Cuernavaca, siendo
colocada nuevamente en su lugar el 19 de diciembre, hay que mencionar que
mientras la imagen estuvo desaparecida la substituyó una obra del escultor Adolfo
Ponzanelli, la cual actualmente se encuentra en el interior de la iglesia de
San José
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